PEDID POR LA PAZ DE JERUSALÉN - SHÁALU SHELÓN YERÚSHALÁIM
Salmo 122:6- Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados
los que te aman.
Transliterado del hebreo: Sháalu shelóm
yerúshaláim; íshláyu óhaváij.
La paz de Jerusalén o el bienestar de Israel es
indispensable para que la ira de Dios no se manifieste.
La importancia de Jerusalén para el Señor no es
debatible, no es negociable, no tiene ni tendrá substituto. Dios dijo que es
una ciudad santa, queriendo esto decir que nadie, ni nada más tiene cabida en
ese lugar excepto lo que Él aprueba. Podrá
haber altercados humanos sobre aquella ciudad santa, empero, cuán importante es
mantener presente, que cualquiera que alterque con Jerusalén o propiamente todo
Israel, confronta la ira del Soberano. Queriendo esto decir (valga la redundancia) que ellos (cualquiera
alianza que fuera) serán destruidos, no solo por los armamentos humanos, sino
tanto más por la ira del Hacedor.
Salmo 132:13-
Porque Jehová ha elegido a Sion; la quiso por habitación para sí.
b.
Jerusalén es una ciudad santa:
Isaías 52:1- …Jerusalén, ciudad santa...
Joel 3:17- Y conoceréis que yo soy
Jehová vuestro Dios, que habito en Sion, mi santo monte; y Jerusalén será
santa, y extraños no pasarán más por ella.
Mateo 5:34, 35- Pero Yo os digo: No juréis de
ninguna manera: ni por el cielo, porque es trono de Dios,
5:35- ni por la tierra, porque es el estrado de
sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
Una información importante sobre Jerusalén es que
desde 1967, la ciudad ha estado reunificada y completa, cumpliendo 52 años en
el 2019. Los jordanos eran los que ocupaban a Jerusalén desde 1948, por 19
años, pero, fue en la guerra de los seis días, Jehová le concedió a Israel la
victoria y recobraron lo que les pertenecía y pertenece por siempre. Y
Jerusalén se volvió a unir bajo la soberanía de Israel.
Nadie más tiene derecho sobre esa bendecida
porción excepto aquellos a quienes Dios se los entregó, Israel. Jerusalén no
fue, no es y nunca será negociada, es la ciudad santa del Señor.
El alcance de Jerusalén en su posición tanto
espiritual e histórico, en el plano humano representa para las tres religiones
monoteístas como lo son los judíos, cristianos y musulmanes, un lugar en donde
las tres convergen. Sin embargo, en medio de toda controversia o argumentaciones,
el Dios de esa tierra se llama Jehová, y Él no comparte su gloria y soberanía
con ningún otro.
La ciudad para los cristianos representa un
peregrinaje o recorrido que guarda relación con los hechos que forman parte de
su fe. Al igual en esta ciudad tiene
lugar la crucifixión, muerte y resurrección del Salvador del mundo, Jesús el
Mesías.
Interesantemente en la ciudad se encuentra el
Muro de las Lamentaciones, el cual es parte de lo que permanece de las ruinas
del templo del rey Salomón.
Aunque en los diálogos de paz entre Palestina
e Israel es el estatus de la ciudad santa de Jerusalén, pertenece a Israel y:
c.
Jerusalén fue y es un pueblo elegido:
Salmo 132:13- Porque Jehová ha elegido a Sion; la
quiso por habitación para sí.
¡Jehová es el Dios
de Israel!
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